Se
dice en l’Alcora, que. en cualquier lugar por alejado de esté siempre encontrarás un
alcorino, exagerando se decía, que Cristóbal Colon cuando descubrió
América ya se encontró un alcorino vendiendo cerámica a los
indios. Algo habría de realidad en este dicho pues desde 1.860 al
1.878 la población de l’Alcora disminuyó en 1.419 habitantes, un
32 por ciento de la población, pasando de 5.052 a 3.633 habitantes.